dimarts, 29 de novembre del 2016

¿Cómo murió mi madre? Capítulo 5. Si el informe refleja lo hecho. No se hizo nada.

Mi madre es llevada del Hospital General de Castellón al Hospital General Universitario de Valencia el día 29 de septiembre de 2016 y en una línea resumen sin dato alguno los 8 días que nos encaminaron a tan trágico final.

Además, la mínima secuela neurológica que refleja el informe de Castellón se traduce como: sin secuelas neurológicas. No se si será una forma de hablar o de quitarse faena.

Os cuento... después de todo lo escrito mi madre ya está en planta. En la habitación 3 (o habitación de los horrores, ya os contaré otro día lo del nombre).

Son 8 días, de jueves a jueves, pidiendo la presencia de un neurólogo para mi madre. Pidiendo atención para ella. Son 8 días pidiendo que se le hiciera algo. Nosotros le llamamos TAC, pero podía tener otro nombre. Son 8 días de espera. Son 8 días en los que nos da la sensación de estar perdiendo el tiempo. Son 8 días que cansan a mi madre y pide volver a casa. Ella solo quiere volver a Oropesa a ver el mar.



Allí, médicos y enfermeros solo piden que camine, que camine, que camine, que camine. Se le ponen antibióticos y a ratos va mejor y a ratos peor. No obstante, la tendencia de mi madre es a empeorar.

Mi padre pide un TAC al médico. Nosotros llamamos a la supervisora de planta. La supervisora llama al cirujano y el cirujano nos dice que no. No hace falta. Ella no tiene secuelas neurológicas. Mi madre mira al cirujano y niega con la cabeza.

Pasan los días y nadie nos hace caso. No hay un neurólogo para nosotros... No lo merecemos.

La verdad, tenía gran interés en leer los informes de esos 8 días, pero me encuentro con nada. Mi padre pidió todos los informes, pero yo no tengo nada y no creo que mi padre lo haya perdido.

No sabemos los nombres de las bactérias, no sabemos nada. Solo sabemos que estuvimos 8 días pidiendo un neurólogo, pero no vino. Eso nos demuestra que mi madre fue atendida como un ser incompleto, solo les importó su corazón. Su válvula de 6.000€ ¿Es cara? A nosotros nos ha costado una vida.

En 11 ó más a mi madre no se le cambian las vías hasta que se obstruyen. En 8 días no hacen nada por su cerebro. En 8 días no le revisan la válvula... En 8 días le dan medicinas, le dicen que camine. En 8 días nos desesperan. Luego dirán que de haber necisato un TAC de control y no tenerlo la culpa es de Castellón (dicho por una doctora de allí) cuando mi madre tuvo el ICTUS un martes y se le hizo el TAC, el miércoles una resonancia y el jueves ya estaba allí. Pero sí, seguramente la culpa sea de Castellón, aunque pensamos que la lástima fue salir de allí. Creemos que nuestra cruz fue ir a Valencia, pero solo es una creencia.

Especial mención a otro episodio derivado de su diabetes: visto que en ninguno de los dos hospitales son capaces de regular el azúcar de mi madre, mi padre pide que se le administre su insulina. Yo me encargo de llevársela. Después de seguir batallando mi padre consigue que se la administren. Entonces llega un día el enfermero viejo (viejo no es mayor, hay gente mayor que nunca será vieja. Viejo es de espíritu) ese del pelo blanco y le dice a mi padre que la insulina se la debe de poner él. Es harto desagradable y le deja encima de la cama la insulina y se va sin dejarle agujas. Ese es el trato que recibimos del Hospital General Universitario de Valencia. En ocasiones, para nosotros, llegó al desprecio. 

De hecho, la noche antes del 2º ICTUS mi padre se volvió loco buscando ayuda y no la encontró. Apunto estuvo de coger a mi madre y bajarla a urgencias, aunque entonces llegó una enfermera de las de verdad y les ayudó en todo lo que pudo. Esta enfermera ya es mayor, pero ella nunca será vieja.

Aquí lo dejo hoy, pero otro día os contaré algo de la habitación de los horrores, después os hablaré de un médico muy especial, que merece un capítulo entero y supongo que en el octavo capítulo haré un esprint por acabar, tal vez llegue al noveno capítulo, pero no más. Al fin y al cabo, cuando mi madre entra en reanimación se hace lo que se puede, pero la batalla está perdida. Como dicen en las películas de doctores: "Hemos llegado tarde".

Mi padre también quiere escribir sobre esos 8 días. Si lo hace, su escrito ya tiene título. Se llamará "Por un puto TAC".

Perdonen la grosería.

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