diumenge, 20 de novembre del 2016

¿Cómo murió mi madre? Capítulo 3. Nuestra estancia en el HG de Castellón

Comenzaré el capítulo con un consejo: en caso de emergencia no llamen a urgencias del centro de salud. En nuestro caso no nos atendieron. No sé si por protocolo, por recursos o por pasotismo, pero no nos atendieron.

Domingo 25 de septiembre, mi madre se había acostado a descansar y al levantarse no tiene fuerzas y delira. Después de hacerla razonar un poco le miramos el azúcar y la tensión. Los resultados son buenos pero ella no está bien. Son las ocho y veinte, ocho y media de la tarde.

Entonces, llamo con toda la calma del mundo al centro de salud de Oropesa del Mar y les explico que se trata de una persona acabada de operar del corazón, diabética, etc. Que vivimos en un primero sin ascensor y que necesitamos ayuda. La señora me responde que la llevemos nosotros. Le pido ayuda y me ignora. Entra en bucle y cuelgo.

Acto seguido, llama mi padre más nervioso, dicha señora lo acaba de alterar y le dice que no le entende, que se tranquilice ¿para qué? ¿Si yo llamé tranquilo y me hizo el mismo caso?¿No nos atendió por protocolo? Espero que fuera por eso... No obstante, sé que en casos parecidos, llamando a la Policia Local de Oropesa han acudido médicos de urgéncias, ambulancia y policia. Casos, que por suerte, han sido menos graves.

Bueno, la arreglamos y tras bajarla a la calle ya decidimos llevarla en nuestros coches a Castellón. Le queman las manos. Por ello, entramos por la puerta de las ambulancias y las sanitarias nos acercan una silla de ruedas, va directa a un box y del box pasa a planta. De hecho, allí nos informan de la fiebre y de la infección, empieza el tratamiento.

Los profesionales del Hospital General de Castellón de la planta de enfermos cardíacos nos atienden de forma elogiable. Todo nuestro apoyo para ellos. No obstante, el martes 27 saltan las alarmas. Por la mañana le hacen una endoscopia para ver el estado de la válvula y tras intentar pasarle la cámara por la garganta SEIS veces sin anestesia, por fin deciden dormirla. Esta situación es tan traumática, que a partir de ese momento, mi madre ya no acude igual al restro de pruebas médicas.

Por la tarde mi madre sufre un ictus (isquémico, creo que nos dicen) y la neuróloga que la atiende, otra gran profesional, pide que pase la noche en UCI, aunque nadie le hace caso y mi madre permanece en planta. De hecho, nosotros alargamos la visita por si nos tenemos que llevar a casa a mi padre, pero nadie nos informa de nada. Solo sabemos que la neuróloga a intentado que mi madre tuviera esos cuidados, pero por a o por b, mi madre vuelve a no ser prioritaria. Parece que no importe, parece que no tenga nada. En TAC que le hacen no aporta más, habrá que esperar a la resonancia del día siguiente, pero confiamos en ella. Ella es fuerte. Ella siempre ha sido un roble.

Yo me pregunto si tanto sufrir en la endoscopia (creo que se llama así) ha facilitado el ictus. Me pregunto si el ictus puede ser consecuencia del dolor. Me pregunto muchas cosas, pero lo que tengo claro es que aquella noche mi madre, por prescripción médica debería de haber pasado la noche en la UCI, pero ya no importa. 

Tampoco me parece normal que si la cámara no entra por la garganta tras tres intentos se siga intentando. ¿Cómo va a entrar cuando ya se ha irritado la garganta? ¿De verdad hay que esperar al séptimo intento para anestesiar al paciente?

Ahora que lo sé, no me gusta como funciona la sanidad valenciana.

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